Por Augusto Caña Mamani “Sinshi Cahuide”
Es tiempo de restituir el milenario TAWA-INTI-SUYU en su verdadero camino; re-levantar su bandera de redención etno nacional; hacer realce autológico de su encumbrado IDENTIDAD; unir a los guerreros en una sola línea de combate: Esta propuesta de solevante, significa el triunfo y garantía de supervivencia de nuestro pueblo: El ejemplo esta en que: Cómo los lobos emboscan y atacan en grupo y las águilas matan cayendo en picada desde el cielo”.Apotegma revolucionaria de las AmautasEn estos 476 años de colonialismo; la sistemática aculturación española, ha hecho que nuestra IDENTIDAD fuera desplazada, escondidos y sustituidos por el “mestizaje cultural” criollo.
Frente a ello, hoy nos toca restituir este emblemático Identidad y responder a l momento histórico en que vivimos, como civilización originaria, con propia raíz cultural y bandera de reivindicación Etno Nacionalismo.Europa es guerra desde el inicio de su memoria, los españoles son ocho siglos de vasallo Árabe, donde aprendieron a matar sin perder el sueño. Aquí no hubo guerra entre dos grandes ejércitos, colisionaron dos estilos de vida en antagonismo: Estos males sin término, hoy deben ser irradicados, pues, la manifestación sin lucha nunca triunfará.TAWA-INTI-SUYU es cuna del grandioso civilización, su IDENTIDAD dosificado es como el valle florido, admirable interpretación de la naturaleza andina que enrostra el estilizado Indianismo autóctono y en sus altas montañas, corren vientos de libertad. Las densas tinieblas que cubre nuestro porvenir son solo un letargo momentáneo pronto a despertar.Nuestro milenario TAWA-INTI-SUYU y su etno demografía, sus símbolos y su etimología lingüística materna; su idiosincrasia y sus monumentos megalíticos, tanto su IDENTIDAD no es un concepto accidental.
Pues, no está llamado a desaparecer de la historia: Ningún modelo de opresión colonial, sea religioso, marxista o fascista no pueden hacerla desaparecer.
Nuestra IDENTIDAD indiana es cantera inagotable del saber humana y fuente vivificante del conjunto de las manifestaciones materiales y espirituales de nuestra ancestral nación del TAWA-INTI-SUYU. Su excelente conocimiento cultural es indeleble que perduran vigorosos como las altas montañas y arde cual fogata inextinguible de los tiempos.En pro de reconocer y revalorar nuestra IDENTIDAD, es momento cumbre de reflexionar visionariamente y propiamente rediseñar la opción ideo-político, con aportes sustanciales exigidas por la historia; es decir, el etnonacionalismo del TAWA-INTI-SUYU, como entidad auto gestora de nueva emancipación que debe poseer poder ilimitado y plenipotenciario.
Para cultivar nuestro conocimiento y sabiduría, hay que tener moción de la vida y la naturaleza: Para dignificar y reivindicar nuestra IDENTIDAD, es tiempo de romper el complejo de inferioridad, de paso, hay que vencer esa montaña de prejuicios acumulados durante siglos de dominación español y hoy continuados por sus descendientes criollos.En defensa al derecho de su libertad y justicia, nuestro pueblo nunca renunció a su IDENTIDAD. Así, con valor inconmensurable batalló indesmallable y este espíritu indoblegable, hoy nos arenga, no bajar guardia en su gesta de etno nacionalismo.
Esta consigna de los tiempos es claro y tajante: ¡Carajo! La libertad debe escribir con sangre.Basándonos en la analogía de nuestra IDENTIDAD, hoy debemos retomar la iniciativa de revalorarlo, el estudio equilátrico de un modelo geopolítico, que fue gestado a partir del cosmovisión inkaria, cuya organización colectiva aun perdura vigente. La evidente manifestación del género autóctono, aglutina familias como base del poder comunal.Somos los hombres originarios del TAWA-INTI-SUYU, como hijos del grandioso civilización, con raíces profundas y luz cultural Cosmo Solar, como lo fue en todos los tiempos del acontecer: Así, en base de su concepción original concreta de filosofía, cultura, lengua, arte y ciencia, hoy podemos re-asumir la vigencia de nuestra IDENTIDAD.La resistencia espiritual de nuestra IDENTIDAD, nos permite re-emprender nuestro propio destino; este concepto no quiere decir volver al pasado, sin ocultar los tenebrosos pasos de la historia, como hombres con nuevos ideales mirar al futuro: Nuestra Identidad Cosmo Solar es colosal como la alta montaña, somos pueblo y historia vigente.
Los AUTÓCTONOS no somos estatuas petrificadas sin alma, menos se ahogase en la turbulencia de opresión; frente a los contrastes del destino implacable, somos hombres indoblegables de lucha permanente, somos suprema génesis natural de raíces profundas de contenido implícito como superioridad cultural y que sobrevive en el omnipresente cual Sol eterno.¿Acaso nuestra IDENTIDAD es mezquina probabilidad? Tampoco no es hipótesis simple de posibilidades: Hoy pretenden acallar nuestra voz de liberación, practicando el escarnio físico y el exterminio: Esta brutalidad lo hicieron, tanto ayer como hoy. Ahora hemos superado aquellos avatares del tiempo para imbricar nuestro patente de invencibles. Nuestro pueblo sufrió una montaña de agresiones, siendo los responsables los gobernantes criollos, incluyendo los múltiples arrebatos de las tierras, ya que gestionar el “reconocimiento” o el respeto, significa ponernos al cuello la soga del vasallaje o hipotecar nuestra libertad al panfletismo legal y esta reivindicación doméstica no remedia nada.Frente al modelo del sistema globo colonial, tomando el concepto de su modernidad y tecnología: Nuestro pueblo volverá a retomar el camino de su origen, su ser, su IDENTIDAD, sus leyes y creencias. Japón y China son milenaristas y modernos tecnológicamente, pero guarda vigente su tradición cultural e idioma: Esta teoría tiene una meta concreta y definida.
No olvidamos que: Los Estados-Naciones de Bolivia, Ecuador y Perú; bajo el remedo de las republiquitas criollas de rostro “occidental”: Desde el afrentoso 1532, carentes de etnicismo y IDENTIDAD cultural propia, hoy ocupan un espacio geográfico demarcados en una división territorial artificial y exógeno sobre el vasto territorio de milenario TAWA-INTI-SUYU.El sistema gubernamental de Bolivia, Ecuador, como del Perú, son “demócratas” superpuestas sectariamente por la condescendencia del colonialismo europeo. Estas naciones sin base social, sin raíz histórica e IDENTIDAD, adolecen de un nacionalismo deficitario y están condenados a sucumbir en un brusco cambio.
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