Por: Augusto Caña Mamani “Sinshi Cahuide” (Foto en Ottawa Canadá 1991 con el Presidente de las Primeras Naciones)
E-mail: resistencia_inka500@yahoo.es
Al transitar por esta ancha avenida del Universo, no soy aculturado del mito fabulario occidental; soy un autodidacta Indianista etno nacionalista; soy espada y escudo autológico del TAWAINTISUYO: Mi mente se educó en la universidad de la vida, con el sublime idealismo de revaloración cultural y cambio social: Con ello, ¡Revolucionaré el futuro de mi pueblo!
Después de mil años de ausencia, hoy nuevamente, la imperancia categórica de las energías cósmicas, está posado sobre el Santuario Acrolítico de MACHUPIJCHU. Su fulgor geomagnético, atiza nuestro despertar, como Nación ancestral con propia Identidad, como pueblo autóctono, como grupo humano aborigen y como individuos sin iludir nuestro destino: Entonces, con optimismo renovador y con profundo sentido Etno nacionalista podemos gritar al unísono que: ¡RENACE EL TAWAINTISUYO!.
En nuestra consuetudinaria nación milenaria del TAWAINNTISUYO, hablar de cultura, filosofía, Identidad y política: Implica hablar sobre el cuestionamiento histórico de los 477 años del afrentoso injusticia colonial. Nuestro pueblo fue sumido tras siglos de tragedia al garfio del etno genocidio y ecocidio, donde cargamos la pesada cruz de opresión occidental, donde los invasores Peninsulares con toda soberbia, imponen la pobreza y discriminación racial.
Al transitar por esta ancha avenida del Universo, no soy aculturado del mito fabulario occidental; soy un autodidacta Indianista etno nacionalista; soy espada y escudo autológico del TAWAINTISUYO: Mi mente se educó en la universidad de la vida, con el sublime idealismo de revaloración cultural y cambio social: Con ello, ¡Revolucionaré el futuro de mi pueblo!
Después de mil años de ausencia, hoy nuevamente, la imperancia categórica de las energías cósmicas, está posado sobre el Santuario Acrolítico de MACHUPIJCHU. Su fulgor geomagnético, atiza nuestro despertar, como Nación ancestral con propia Identidad, como pueblo autóctono, como grupo humano aborigen y como individuos sin iludir nuestro destino: Entonces, con optimismo renovador y con profundo sentido Etno nacionalista podemos gritar al unísono que: ¡RENACE EL TAWAINTISUYO!.
En nuestra consuetudinaria nación milenaria del TAWAINNTISUYO, hablar de cultura, filosofía, Identidad y política: Implica hablar sobre el cuestionamiento histórico de los 477 años del afrentoso injusticia colonial. Nuestro pueblo fue sumido tras siglos de tragedia al garfio del etno genocidio y ecocidio, donde cargamos la pesada cruz de opresión occidental, donde los invasores Peninsulares con toda soberbia, imponen la pobreza y discriminación racial.
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