Por: Augusto Caña Mamani “Sinshi Cahuide” E-mail: resistencia_inka500@yahoo.es
Se debe entender que: Todas las ideas surgen de la razón y conciencia; la ciencia del conocimiento es única y universal, que vislumbra el saber, florece la mente humana y como también sotierra la ignorancia irrelevante. El primer paso es acumular el autoconocimiento, capitalizando el contexto de todos los contextos y esto es básico como el reto mismo de la vida.
El poder de la voluntad, es la fuerza esencial del hombre sabio que, durante el ciclo de su existencia permite realizar todo acto razonable de hechos. Como el universo y la naturaleza es Estado Mental; la vida del ser humano es energía cósmica latente y su espíritu es la chispa divina del Creador PACHAKAMAC: Así, la voluntad consiente dinamiza el cuerpo físico.
¿Acaso los hechos no demuestran una realidad concreta? Nuestros ancestros los amautas inkas a base de la activa ciencia del saber y fuerza de la voluntad humana; superando el miedo, la inercia, la superstición y el ocultismo develado, han encontrado en las leyes de la naturaleza, el instrumento insustituible para convertirse en maestros de su propio destino: Desde entonces la naturaleza corresponde sus deseos y formas de vida.
Los hijos predilectos del milenario TAWAINTISUYO, deben encarnar la razón y conciencia patriótica; toda voluntad y causa es determinada por una razón, todo acontecer histórico se modifica por la acción de lucha como acto intencional de reivindicación: Los postulados deben expandir este germen del cambio y cosechar éxitos en conformidad con la voluntad.
La trinidad orgánica en lo político, ideológico y militar, son tres principios fundamentales en uno: Esta unidad elemental en la diferencia conlleva largo camino a seguir y no importa cual se escoja, lo importante es saber transitar triunfalmente. Aquí la política es causa y motivo, la ideología intelectual, accionará el solevante del pueblo.
Según la mística Yachay-sabiduría de los Amautas Inkas: La mente de sabiduría deben permanecer abiertos, excepto para los oídos sordos que son incapaces de comprender lo grandiosos que nuestro objetivo. Desde milenios esta enseñanza oracularia inkaria (de esta enseñanza se valió Garcilaso De la Vega para resumir su obra literal: Los Comentarios reales de los Inkas) llega a nuestros oídos como la sabiduría re-activada: Los principios de la verdad y del saber son siete: El que comprende esto, posee el clave de la sabiduría.
El primer principio de la verdad y del saber es: Más allá del Cosmos sideral, del finito y infinito, del tiempo, del espacio, de todo cuanto se mueve y cambia; se encuentra la realidad sustancial y la verdad fundamental como que: El TODO es mente, en ese híper vasto reino del ETER, el Universo y la naturaleza es Estado Mental, como creación mental sostenida en la mente del TODO.
El segundo principio de la verdad y del saber es: Lo constituye la orientación signal como parte de la verdad fundamental, la realidad sustancial, está más allá de todo denominación interpretativa: Como que es arriba, cual es abajo, adelante y atrás: Esta apreciación es esencial para llegar a conocer la parte geocéntrica de cada cuerpo de la materia.
El tercer principio de la verdad y del saber es: El gran espíritu universal, encarnado en PACHAKAMAC es el omnipotente creador de cuerpos celestes, de estrellas, de las Galaxias, de innumerables mundos y sus satélites que existen, donde nada esta inmóvil; allí todo se mueve; todo vibra. Para el creador, la decadencia y la muerte de los mundos, significa más un abrir y cerrar de ojos.
El cauto principio de la verdad y del saber es: En el Universo, así como el finito y el infinito, todo es doble, todo tiene dos polos sin excepción; existe su par de opuestos: Los semejantes y los antagónicos son lo mismo; aquí los opuestos son idénticos en naturaleza pero diferentes en grado, cual helio y energía térmica de paradoja cósmica.
El quinto principio de la verdad y del saber es: Todo fluye y refluye; todo tiene su periodo de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo de derecha hacia la izquierda, con la misma medida del movimiento. El ritmo es la compensación de todo cuanto se mueve y cambia como método de arte mental.
El sexto principio de la verdad y del saber radica: Que toda causa tiene sus efectos; todo efecto tiene su causa, todo evoluciona de acuerdo a la ley; la suerte no es más que un nombre que se le da al hecho fortuito; hay muchos planos de casualidad pero nada escapa a los designios de la creación: El saber sea bien recibido y tratado con su sumo respeto.
El séptimo principio de la verdad y del saber es: En el reino animal, tanto en la especie humana, la generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos y demás elementos; pueden ser trasmutados, de estado en estado, de grado en grado y como de condición en condición.
Está dicho: El quien comprende debidamente estos principios de la verdad y del saber, ha adquirido GRAN CONOCIMIENTO SUPERIOR; deseable y valioso. La maestría consiste no en sueños anormales, de visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el mejor empleo de la sabiduría, fuerza de voluntad: Esta realidad sustancial es la verdad fundamental.
Se debe entender que: Todas las ideas surgen de la razón y conciencia; la ciencia del conocimiento es única y universal, que vislumbra el saber, florece la mente humana y como también sotierra la ignorancia irrelevante. El primer paso es acumular el autoconocimiento, capitalizando el contexto de todos los contextos y esto es básico como el reto mismo de la vida.
El poder de la voluntad, es la fuerza esencial del hombre sabio que, durante el ciclo de su existencia permite realizar todo acto razonable de hechos. Como el universo y la naturaleza es Estado Mental; la vida del ser humano es energía cósmica latente y su espíritu es la chispa divina del Creador PACHAKAMAC: Así, la voluntad consiente dinamiza el cuerpo físico.
¿Acaso los hechos no demuestran una realidad concreta? Nuestros ancestros los amautas inkas a base de la activa ciencia del saber y fuerza de la voluntad humana; superando el miedo, la inercia, la superstición y el ocultismo develado, han encontrado en las leyes de la naturaleza, el instrumento insustituible para convertirse en maestros de su propio destino: Desde entonces la naturaleza corresponde sus deseos y formas de vida.
Los hijos predilectos del milenario TAWAINTISUYO, deben encarnar la razón y conciencia patriótica; toda voluntad y causa es determinada por una razón, todo acontecer histórico se modifica por la acción de lucha como acto intencional de reivindicación: Los postulados deben expandir este germen del cambio y cosechar éxitos en conformidad con la voluntad.
La trinidad orgánica en lo político, ideológico y militar, son tres principios fundamentales en uno: Esta unidad elemental en la diferencia conlleva largo camino a seguir y no importa cual se escoja, lo importante es saber transitar triunfalmente. Aquí la política es causa y motivo, la ideología intelectual, accionará el solevante del pueblo.
Según la mística Yachay-sabiduría de los Amautas Inkas: La mente de sabiduría deben permanecer abiertos, excepto para los oídos sordos que son incapaces de comprender lo grandiosos que nuestro objetivo. Desde milenios esta enseñanza oracularia inkaria (de esta enseñanza se valió Garcilaso De la Vega para resumir su obra literal: Los Comentarios reales de los Inkas) llega a nuestros oídos como la sabiduría re-activada: Los principios de la verdad y del saber son siete: El que comprende esto, posee el clave de la sabiduría.
El primer principio de la verdad y del saber es: Más allá del Cosmos sideral, del finito y infinito, del tiempo, del espacio, de todo cuanto se mueve y cambia; se encuentra la realidad sustancial y la verdad fundamental como que: El TODO es mente, en ese híper vasto reino del ETER, el Universo y la naturaleza es Estado Mental, como creación mental sostenida en la mente del TODO.
El segundo principio de la verdad y del saber es: Lo constituye la orientación signal como parte de la verdad fundamental, la realidad sustancial, está más allá de todo denominación interpretativa: Como que es arriba, cual es abajo, adelante y atrás: Esta apreciación es esencial para llegar a conocer la parte geocéntrica de cada cuerpo de la materia.
El tercer principio de la verdad y del saber es: El gran espíritu universal, encarnado en PACHAKAMAC es el omnipotente creador de cuerpos celestes, de estrellas, de las Galaxias, de innumerables mundos y sus satélites que existen, donde nada esta inmóvil; allí todo se mueve; todo vibra. Para el creador, la decadencia y la muerte de los mundos, significa más un abrir y cerrar de ojos.
El cauto principio de la verdad y del saber es: En el Universo, así como el finito y el infinito, todo es doble, todo tiene dos polos sin excepción; existe su par de opuestos: Los semejantes y los antagónicos son lo mismo; aquí los opuestos son idénticos en naturaleza pero diferentes en grado, cual helio y energía térmica de paradoja cósmica.
El quinto principio de la verdad y del saber es: Todo fluye y refluye; todo tiene su periodo de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo de derecha hacia la izquierda, con la misma medida del movimiento. El ritmo es la compensación de todo cuanto se mueve y cambia como método de arte mental.
El sexto principio de la verdad y del saber radica: Que toda causa tiene sus efectos; todo efecto tiene su causa, todo evoluciona de acuerdo a la ley; la suerte no es más que un nombre que se le da al hecho fortuito; hay muchos planos de casualidad pero nada escapa a los designios de la creación: El saber sea bien recibido y tratado con su sumo respeto.
El séptimo principio de la verdad y del saber es: En el reino animal, tanto en la especie humana, la generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos y demás elementos; pueden ser trasmutados, de estado en estado, de grado en grado y como de condición en condición.
Está dicho: El quien comprende debidamente estos principios de la verdad y del saber, ha adquirido GRAN CONOCIMIENTO SUPERIOR; deseable y valioso. La maestría consiste no en sueños anormales, de visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el mejor empleo de la sabiduría, fuerza de voluntad: Esta realidad sustancial es la verdad fundamental.
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