martes, 13 de octubre de 2009

ROMPIENDO EL SILENCIO DE SIGLOS

ROMPIENDO EL SILENCIO DE SIGLOS.

Por: Augusto Caña Mamani “Sinshi Cahuide”
Esta prédica Amáutica y Yatirinaka, es solo para los oídos del entendimiento; es consigna imperativo para los espíritus valientes del omnipresente batallar y como teoría fundamental, en este hito del Espacio-tiempo: Está dirigida para el realce histórico de nuestro milenario pueblo. Así, desde la alta montaña de perspectivas implícitas, es momento de abrir nuestros ojos y ver con toda ponderación Indianista la nueva era Pachasófica del tiempo actual; sin ser ajeno a los hechos avecinantes, es momento de oír el eco telúrico de los grandes acontecimientos por advenir; sin excepción alguno, también es hora cumbre de despertar nuestro estado de conciencia dormida, luego sumarnos a la lucha de la vanguardia nacionalista, donde muchos compatriotas han dado aporte de sus vidas por nuestra milenaria causa.

Es llegado el tiempo de romper el silencio de siglos: ¿Cómo podemos olvidar que nuestros ancestros fueron sometidos a las fraguas del tormentoso castigo por la inquisición religioso español? Durante en estos 500 años de tragedia, el holocausto indígena fue de 75 millones de muertos. ¿Acaso vale la pena de seguir aceptando que somos todavía dueños de nuestro silencio y seguir mudos de palabra? ¡Ya no hermanos y hermanas, los tiempos han cambiado! A partir del alborozo nuevo milenio, las puertas grandes de la historia ya están abiertas de par en par para nosotros los auténticos hijos de las naciones Quechuas, Aymaras y Amazonenses que, incólumes acontecen enraizados desde tiempos remotos en el vasto territorio del milenario Tawantinsuyu.

Los invasores españoles que irrupcionaron con violencia en el Tawantinsuyu, son una jauría antagónica de criminales grafómanos (cuya asquerosa conducta, está demás comprobada): Los españoles y su monarquía momificada durante ocho siglos de vasallaje Árabe; surgieron de las tinieblas desconocidos de la edad medieval, donde aprendieron a vivir aferrados a su insaciable codicia a la riqueza ajena. Por lo mismo, durante siglos del imperio de injusticia, cual jauría de feroces lobos, con espíritu insaciable, desarrollaron su nefasta doctrina de robar, violar y matar indígenas en toda la América invadida.
Igualmente los condescendientes criollos de esta gleba paupérrima, aquí nacieron para matar indígenas y destruir nuestra cultura; ellos, como sus ancestros invasores, son apasionadamente reaccionarios y criminales (Alan García Pérez encarna a esta insidia) que practican odios míseros, que exhiben su complejo de superioridad banal, que reverencian su supersticiosa religión, cuyos dioses de yeso (íconos de idolatría católica) son invocados para matar indígenas y apropiarse despóticamente de nuestras tierras. Así, en esta época contemporánea, estos ladrones, bajo la sombra utópica de la “democracia” occidental, capturan el poder gubernamental, mediante los artilugios de fraude electoral o golpes militares, pero en el fondo, son tipos ridículos y actores de la escenografía política colonialista.
En todo el territorio invadido del milenario Tawantinsuyu (Bolivia, Ecuador y Perú) para nuestra idiosincrasia cosmovisionaria, el renacentismo del nuevo Pachakutec, constituye la grandiosa época cumbre del despertar y cambio de las naciones Quechuas, Aymaras y Amazonenses. Sin embargo, frente a esta parafernalia INDIANISTA, con clara notabilidad se advierte que, el colonialismo en su versión externo y interno, tanto sus tentáculos de dominación están en caída libre, su dictadura occidental está en el atardecer funesto; más aun, sus ideologías de la transculturación política de derecha e izquierda están en su desesperante desbande.
Es entonces, rompiendo el silencio de siglos: En Ecuador, por el accionar titánica de nuestros hermanos Ecuarunaris ya fueron depuestos del poder gubernamental, varios Presidentes criollos de rostro occidental; en Bolivia altiplánica, después de muchos etapas de trágicas luchas a sangre, fuego y muertes indígenas por la reivindicación de justicia histórica y de plena libertad: Nuestro hermano EVO MORALES AYMA, ya tomó el ascenso Presidencial indígena, donde la gleba del racismo blanco europea invasor, viven asustados y con propia desventuranza desparraman su desconfianza al futuro; igualmente, en el corral colonial del llamado “Perú pizarrista” los políticos criollos y la oligarquía reaccionaria de turno, ante los episodios de sangre y muerte en Andahuaylas, Moquegua, Madre de Dios, Cusco y Bagua; utilizando sus escudo de soberbia Alanista como muralla de egolatría colonial, con el criterio desmañado de su entelequia plumífero de la prensa capitalista, con el verborrea de los congresistas zoocráticos blancoides, quienes se hipotecaron al régimen de turno y con el apoyo de la “inquisición” religiosa: Incurren al grito blasfémalo, condena altisonante y al insulto lisurento contra la insurgencia histórica de la autentica República Tetra Federal de las cuatro naciones solares del Tawantinsuyu.

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